Vestidos años 50, pinup, rockabilly, swing, madmen...

¿Por qué Malachuca?

¿Por qué Malachuca? Estaba harta de abrir revistas femeninas llenas de artículos dirigidos a conseguir novio, estar bella, joven y perfecta, tener una casa diez, una familia diez, un trabajo diez, seguir las tendencias de la moda y los cuerpos y trapos de las famosas. Total, que las cerraba y de pronto todo era gris y triste. Un mundo de colorines en el que yo no me encontraba por ningún lado.



Yo soy mujer y me tengo por femenina peros sin embargo no logro identificarme con esos intereses. Las revistas femeninas manejan normalmente estereotipos aceptados de cómo debe ser una mujer o un hombre para lograr el éxito social y afectivo. Estos estereotipos presentan una doble visión de la mujer, las dos extremas. Una es la de la mujer agresiva, activa que toma la iniciativa en las relaciones afectivas y sexuales, imitando roles tradicionalmente masculinos y en el otro extremo está la mujer frágil, excesivamente delgada y en actitud pasiva. Ambos son modelos muy distantes de la vida real de las mujeres.
Nos bombardean con imágenes y consejos de la mujer hedonista y transgresora que refuerza el prototipo social de mujer objeto, valorada casi exclusivamente por su apariencia. Valores en singular, en perfecto singular, sólo una imagen es la válida, como si todas las mujeres fuéramos iguales por dentro y por fuera.

Además es muy interesante destacar que son las revistas femeninas, defensoras a ultranza de los derechos de las mujeres, el principal soporte difusor de estos mensajes. La construcción de una imagen de mujer muy femenina al mismo tiempo que imitadora de ciertos patrones masculinos –también estereotipados- que perpetúa el estereotipo de la mujer que triunfa gracias a su físico, no de su inteligencia, personalidad o su mera condición de ser humano comparten espacio con los anuncios y consejos sobre la igualdad de géneros.

Es por esta razón por la que yo creo en Malachuca. Una revista dirigida a mujeres comprometidas, desenfadas, divertidas y atrevidas que ofrezca una visión sin censuras de la experiencia de ser mujer.

Me interesa la mujer que trabaja y tiene o no familia, preocupada por la superación personal, obteniendo por ende, un beneficio para su entorno laboral. Hoy la mujer abarca importantes ámbitos de la vida personal, familiar, social y político. Se nos han juntado todos los papeles a la vez y alguna se pregunta mosqueada si tanto progreso sólo ha servido para complicarnos la vida. Pero esto sólo se piensa en ratitos de sofoco.
Hoy en día las mujeres nos abrimos el camino que queremos, con constancia, dedicación y cómo no, con sacrificio y esfuerzo. Podemos decidir cómo queremos vivir, lo intentamos al menos. Los pequeños pasos de cada una de nosotras dejan constancia de la importante misión que tenemos todas. Esas aventuras empresariales anónimas protagonizadas por las mujeres que nos encontramos en la vida cotidiana mueven nuestro mundo y el de quienes nos rodean. Con nuestro trabajo pagamos las facturas, mantenemos la casa, nos procuramos confort personal, evolucionamos. El mundo del trabajo favorece las condiciones para que se fomente en nosotras la condición necesaria para el aprendizaje, el aumento de la confianza y la auto-capacitación. De todo eso quiero hablar yo.
Mi intención es realizar una revista cuya lectura no sirva solo de entretenimiento, documentación e información, sino de utilidad para la integración de las mil profesiones que realizamos entre todas. La revista también será de interés a todos aquellos interesados en lograr una mejor comprensión de los roles que la mujer desempeña ya que no debemos perder de vista que el progreso alcanzado es y seguirá siendo una suma de esfuerzos de quienes compartimos este mundo: hombres y mujeres.

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