El pasado jueves 31 de mayo acudí a una cata de albariño en el Hotel Meliá de la Plaza Santa Ana de Madrid. No pongo fotografías de la cata porque fue una vergüenza la organización del evento por parte del hotel.
Me invitaron unos amigos amantes del buen vino a una cata de vinos blancos. La cata fue en el sótano del Hotel Meliá de Santa Ana y cuando bajé, a eso de las 20:30, estaba la sala a rebosar de gente. No cabía un piñón de lado y no estaba puesto el aire acondicionado cuando el termómetro de la calle marcaba los 33 grados. Os podéis imaginar el agobio de la sala. A todos nos entró un sofoco de miedo y a muchos hombres les delataba la tremenda transpiración las camisas completamente húmedas pegadas al cuerpo. La dirección del hotel Meliá tardó una hora y pico en reaccionar y dar el aire acondicionado.
Los vinos deliciosos y la gente encantadora. Hubo muy buen rollito entre los catadores profesionales y semi-profesionales. Personalmente agradezco las expertas recomendaciones que recibí sobre los vinos expuestos.
Como ya os digo el ambiente era agobiante a más no poder así que salí a tomar el aire, tengo la mala costumbre de respirar para vivir, y me encontré aparcada en Santa Ana esta preciosa moto con sidecar de los años 40, imagino. Fue una maravilla encontrarla. La comparto con vosotros. Besos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Anímate a dejar tu opinión.